Los niños con problemas de visión es un problema serio, que se complica por el hecho de que muchos niños no se quejan de sus dificultades para ver, ya sea porque solo les limita en parte o porque consideran que todo el mundo tiene su misma agudeza visual.
Dado que es difícil detectarlo, los oftalmólogos recomiendan realizar revisiones visuales, y evaluar también la capacidad de comprensión, al menos una vez al año y, preferiblemente, en el inicio del curso escolar.
También se recomienda a los padres observar si el niño frunce el ceño, si guiña los ojos o gira la cabeza y el cuello como para enfocar mejor, ya sea para ver de lejos o de cerca. Todos estos signos se relacionan con niños con problemas de visión.
Igualmente, conviene hacer una visita al oftalmólogo si vemos que al niño se le irritan los ojos cuando lee o escribe, si le escuecen y se frota los párpados con frecuencia, si tienes dolores de cabeza frecuentes o tropieza con facilidad.
Según las investigaciones realizadas, se estima que uno de cada cuatro niños tiene problemas visuales comunes como ambliopía u ojo vago, miopía, hipermetropía, y estrabismo, a consecuencia del esfuerzo que realizan con sus ojos a diario.
Ya anteriormente hemos hablado de la ambliopía, pero ya que hoy retomamos el tema, por resumir un poco podemos decir que se trata de la patología más frecuente de baja agudeza visual en niños y jóvenes. De hecho es diez veces más frecuente que cualquier otro traumatismo o enfermedad ocular.
La ambliopía u ojo vago consiste en una disminución de la agudeza visual sin que existan alteraciones orgánicas o patológicas que la justifiquen. La mayoría de casos pueden ser tratados con éxito hasta los 9 o 10 años, pero es importante detectarlo, cuanto antes mejor, ya que es en este periodo de su vida cuando se desarrolla el sistema sensorial y el motor visual.
Y es que no se trata sólo de atender en clase, cualquier otra actividad que implique leer, escribir o fijar la vista en una pantalla pueden suponer un esfuerzo para sus ojos. Ahora, con el inicio del curso escolar, resulta primordial detectar los niños con problemas de visión, ya que cualquier padre desea que su hijo no quede rezagado durante el curso escolar.
Es una cuestión de sentido común, pero quizás algunas personas no lo saben, y por tanto conviene recordar que los hijos de padres con problemas visuales son los pacientes con mayor riesgo, de modo que son los primeros que deberían acudir al oftalmólogo con cierta regularidad para revisar la visión de sus hijos.
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