Las gafas de sol de Pedro Almodóvar

En la última entrega de los premios Goya fueron muchos los que comentaron las gafas de sol de Pedro Almodóvar, y muchas voces críticas recriminaron que no se las quitara, argumentando que si era una falta de respeto o que si una muestra de soberbia, y resulta que el pobre tiene un problema de fotofobia.

Ya cuando hablamos de las razones médicas para usar gafas de sol comentamos en qué consistía la fotofobia: personas a las que les molesta las condiciones de luz normal o que son sensibles a la luz, y que puede ser síntoma de otras enfermedades o infecciones relacionadas con los ojos y el sistema nervioso.

Cuando sufrimos de fotofobia, el usar gafas de sol reduce la cantidad de luz que llega a nuestra retina y por tanto disminuyen las molestias, sobre todo cuando uno está en sitios muy iluminados o cuando uno es tan famoso como Pedro Almodóvar y se ve siempre rodeado de luces y flashes.

Imagina lo que tiene que ser para alguien con fotofobia asistir a un photocall donde una tormenta de flashes no paran deslumbrar tu campo de visión. Además en el caso de Pedro Almodóvar la fotofobia le ocasiona migrañas, un dolor de cabeza muy desagradable.

Ya hace tiempo, el propio Pedro Almodóvar se explicó en su blog en un artículo titulado Oscuridad y Ficción, donde comentaba que se trata de un problema de salud heredado de su familia por parte de padre.

Con estos problemas, es natural que veamos a Pedro Almodóvar siempre con gafas de sol. De hecho, ya hace unos años fue el propio director de cine quien comentó públicamente que le habían diagnosticado fotofobia, un problema relacionado con las cefaleas y migrañas.

Ahora bien, como es natural y como reza el dicho “si la vida te da limones, haz limonada”, en la obligación o necesidad de usar gafas de sol, es normal que Pedro Almodóvar escoja gafas de sol que complementen su imagen y le den un look más interesante o glamuroso.

En resumen, las gafas de sol de Pedro Almodóvar no son fruto del capricho de un afamado director de cine, sino una necesidad para paliar o evitar las migrañas y cefaleas. De hecho el mismo en su blog escribió:

Si alguna vez encuentran una foto donde un servidor aparece parapetado, en un interior, tras unas gafas negras y un sombrero, no piensen que me he vuelto un gilipollas en busca de glamour, sólo soy un director que padece fotofobia, achicharrado por cientos de kilowatios de luz.